lunes, 13 de febrero de 2017

Llamarte

Para no llamarte ahogo mi voz en el sonido de las conversaciones cotidianas, la convierto en palabras que no tienen nada que ver con lo que verdaderamente pienso. La hago decir que el calor, que la humedad, que los trenes que no llegan en horario, para no llamarte.
Para no llamarte me muerdo los labios, aprieto los puños. Trato de olvidarme de tu nombre porque tengo miedo de gritarlo en sueños y que el aire lo lleve a tus oídos y vos al escucharlo, te sonrías pensando que aún te quiero.
VJRVR


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